Algo que Vargas Llosa no abandonó nunca (para felicidad de sus lectores), fue su vocación por el periodismo de opinión y este libro contiene una selección de sus artículos publicados en su columna Piedra de Toque, entre 1992 y el año 2000, son cuarenta y seis temas, uno más interesante que el otro, aquí una reseña de tres de ellos.
La señorita de Somerset
Nuevas Inquisiciones Por este artículo Vargas Llosa ganó el premio “Ortega y Gasset” Este es otro caso de la realidad, apareció en un diario londinense y Vargas Llosa lo aprovechó para hacer un análisis de cierto tipo de periodismo, de ese que bajo la fachada de su “obligación por informar “explotan el morbo de las personas para obtener ganacias. el caso fue que en el 2003, Ron Davies, un ministro del gobierno de Tony Blair, hizo pública una carta de renuncia al cargo, la escueta carta decía que lo hacía para evitar perjudicar al gobierno por un terrible error de indole personal que él había cometido, la carta no decía más pero fue suficiente para despertar la curiosidad del periodismo amarillo, que dicho sea de paso por este articulo me enteró que tiene muchos adeptos en Inglaterra, por el nivel de ventas se nota que a los ingleses les encanta consumir este tipo de noticias, la verdad es que me sorprende, todavía tengo la imagen de los ingleses como perfectos gentleman pero parece que es un estereotipo, la vida real tiene muchos matices, la cosa es que el periodismo escarbó y escarbó hasta encontrar que este político resultó siendo gay y promiscuo y que el error de indole personal al que se refería era que fue asaltado por un desconocido al que dejó subir a su carro para un encuentro de amor furtivo, este otro tipo homosexual y ademas delincuente se quedó con su laptop, su celular y otros documentos que daban para que un ministro sea puesto al descubierto o en el mejor de los casos extorsionado hasta la saciedad, luego entrevistaron a la ex esposa a la que al parecer no le dejó muy buen recuerdo, ella dijo que nunca entendió porque mientras estuvieron casados este político mostraba tan poco interés en tener intimidad con ella, Vargas Llosa dice en este artículo que el tremendo escándalo que se armó motivado por la carta pública del mismo político pudo haberse evitado es decir el remedio fue peor que la enfermedad. El título es muy bueno, Nuevas inquisiciones alude a que en todo tiempo hay diferentes maneras de sentenciar, de levantar el dedito acusador, hoy no son las instituciones es la misma gente avivada por los medios y por las redes sociales la que no se puede resistir a ofrecer su opinión. Desde este escándalo a hoy, algunas cosas han cambiado, hay mayor apertura hacia los homosexuales, pero igual el tema resulta explotable para ese periodismo que gusta de exacerbar lo insano del ser humano. Siete años siete díasEn este otro artículo Vargas Llosa habla de cómo encontró al Perú después de siete años de ausencia, Vargas Llosa participó en las elecciones presidenciales de 1990 y perdió contra Fujimori, según recuerdo, se fue muy enojado y medio jurando que no volvería nunca más, pero siete años fueron demasiados, como demasiados son los lazos que lo unen a su tierra. Lo interesante es que en su análisis acepta hidalgamente que Fujimori hizo cosas muy buenas, que terminó con el terrorismo, que hizo las reformas económicas que hacían falta y gracias a eso, en siete años el Perú dio un vuelco completo, pero, también notó que esas mejoras llegaron de la mano de un gobierno autoritario, Fujimori ayudado por su asesor Montesinos mantuvo el control total del Estado, utilizó a la SUNAT para controlar a los empresarios, para quitarles las ganas de hablar mal del gobierno y además cometió excesos contra los derechos humanos, Vargas Llosa observó que no había oposición, que el Congreso se había convertido en un circo y en este articulo que se publicó en 1997, pidió que aparezcan voces disidentes que le digan basta a Fujimori y Montesinos.Lo que Vargas Llosa notó, muchos peruanos lo vieron claramente dos años después de la publicación de este artículo, con la caída del gobierno de Fujimori, ese grupo de peruanos por los que Vargas Llosa clamaba aparecieron, se animaron, se organizaron bien y urdieron un plan minucioso, hicieron público un video en el que se veía a Montesinos entregando dinero del erario público a un congresista para que se pase a las filas del “chino” que necesitaba mayoría en el Congreso, fue un escándalo mayúsculo, Fujimori huyó al Japón y desde ahí envió su carta de renuncia a la presidencia del Perú, después de eso empezaron a salir mas videos, los famosos vladivideos de la corrupción, los videos que el mismo Montesinos mandaba filmar para tenerlos como prueba, para chantajear al coimeado, por si en un rapto de “honestidad” se le ocurría hablar públicamente del tema, felizmente que este grupo tuvo éxito, ahí se terminó. En el 2005 Fujimori fue extraditado y en el 2007 sentenciado por Violación a los derechos humanos y condenado a 25 años de prisión, estuvo preso todos estos años, hasta el mes pasado en que lo han dejado libre por una serie de enfermedades y por su edad, tiene 85 años, Montesinos también fue sentenciado y sigue preso, muchos de sus colaboradores entre ellos muchos militares de alto rango también estuvieron presos, en la actualidad muchos ya están libres y bueno, todo esto ya pertenece al pasado, pero vale que quede registrado en un libro, ahí se quedará para toda la vida y volverá a cobrar actualidad cada vez que alguien lo lea, como suele suceder, siempre que uno agarra un libro.
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