Género : Diario de viaje, autobiografía, crítica social
Londres, 1,839
“ ...los hombres de este país son realmente curiosos, cuando en Europa yo quiera describir sus actos no me creerán. –escriba de todos modos y si los franceses no le creen, los peruanos aprovecharán tal vez las verdades que usted tendrá el valor de decirles” Conversación entre Flora y Escudero, ayudante del ex presidente Agustín Gamarra
La crítica ajena casi nunca es bienvenida, si es bonito lo que nos dicen, sonreímos y queremos saber más, pero si es feo, nos enojamos con el criticón, eso le ocurrió a Flora Tristán con Peregrinaciones de una paria, lo que dijo de la sociedad criolla no le gustó a los peruanos y en 1,840, apenas llego el libro lo quemaron en la plaza principal de Arequipa. Este libro no se conoció hasta mediados del siglo XX en que empezó a apreciarse por su valioso aportes en relación con los derechos de la mujer y la clase trabajadora. Muchos años después Basadre y Porras Barrenechea recogieron datos de este libro para reconstruir al Perú republicano.
Flora Tristán fue una francesa que en 1,834 llegó al Perú para reclamar la herencia que le correspondía por ser hija de un militar peruano, no lo consiguió, pero obtuvo otra riqueza mayor, de regreso a Francia escribió Peregrinaciones de una paria y dedicó su vida a defender los derechos de los oprimidos y básicamente el de las mujeres, de esa manera, se ganó la posteridad, más allá de sus 41 años físicos, casi 200 años después, se le sigue recordando.
Flora vivió en París en medio del lujo hasta los cinco años, a la muerte del padre, ella y su madre quedaron en la miseria, a los dieciséis años entró a trabajar en un taller de litografía y pronto se casó con el dueño, un hombre brutal al que nunca amó y a quien abandonó cuatro años después durante su tercer embarazo, vivió huyendo de él con su hija Alina (la madre del pintor Paúl Gauguin), sus dos hijos mayores murieron en extrañas circunstancias, conocedora de que su familia peruana gozaba de una buena posición económica, su tío Pío Tristán fue el último virrey del Perú), se le ocurrió que podía obtener la herencia que le correspondía por su padre y se embarcó hacia el Perú.
Como en un diario de viajes Flora narra las peripecias de los cinco meses de su viaje, la llegada a Valparaíso, a Arequipa y después a Lima. Todo lo que veía llamaba poderosamente su atención, pese a su poca educación, Flora era muy acuciosa y muchas de sus apreciaciones parecen de vanguardia para esa época. Este libro se escribió unos años después de que Flora recorriera Suiza e Inglaterra donde su visión del mundo se enriqueció aún más; sin embargo, sus expresiones poco felices, como de que acá todo era feo y sucio, lo que más estiman los peruanos es la falsedad y mostrar a Dean Valdivia y Goyeneche, dos respetados sacerdotes arequipeños como interesados y corruptos, hicieron que lo bueno del libro, no se aprecie en su justa dimensión.
Flora fue testigo de los cambios sociales que se iban gestando en la nueva república y las ansias de poder de los criollos, cuenta que en un momento hubo tres presidentes a la vez, habló de la esclavitud, de la vida en los conventos de Arequipa, la historia de su prima la monja que fingió su muerte para huir del convento, de las rabonas y muchos temas más.
Algunas de las observaciones más interesantes de Flora Tristán
-Se equivocaron al instigar el odio hacia España como estandarte para lograr la independencia, los de la América inglesa, se han hecho una nación en base a ideas superiores, por lo que han progresado aceleradamente y de manera admirable.
-En América del Sur las riquezas están repartidas con mucha desigualdad y la mendicidad, compañera inseparable del catolicismo español, es casi una profesión.
-El catolicismo comenzó a declinar desde el día en que el sacerdocio no quiso recibir sus funciones de la conciencia de los pueblos, sino de los reyes y de los príncipes de la iglesia. -La esclavitud debería abolirse de a pocos, poner a estudiar a los esclavos y a aprender oficios para que cuando sean libres sean útiles a la sociedad y a ellos mismos.
-Flora a San Román, quien llegó a ser presidente del Perú “... pertenezco a una familia peruana, deseo ardientemente ver prosperar a esta nación, instruyan al pueblo, establezcan comunicaciones fáciles, dejen el comercio sin trabas y verán cómo la prosperidad pública marchará a pasos de gigante, sus hermanos de América del Norte han admirado al mundo por la rapidez de sus progresos empleando los medios muy sencillos que le propongo”
Lo que sí le gustó a Flora
A lo único que Flora alabó sin medida fue al paisaje arequipeño y a las limeñas. “La vista de los tres volcanes nevados fueron como magia para mí y cuando llegué a Tiabaya quedé extasiada con la vista de la campiña”
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| La tapada limeña |
“No hay ningún lugar sobre la tierra donde las mujeres sean más libres y ejerzan mayor imperio que en Lima, las mujeres son, por lo general, más altas y de constitución más vigorosa que los hombres, es de ellas de quien procede cualquier impulso. Parece que las limeñas absorben, ellas solas, la débil porción de energía que esta temperatura cálida y embriagadora deja a sus habitantes”.
Flora la luchadora social
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| Las raíces del feminismo en el movimiento socialista están en Flora Tristán |
Tiempo después de su estancia en el Perú, Flora Tristán fundó la Unión Obrera. En 1843 publicó un coherente programa socialista donde clamó por la unidad universal, la emancipación de los trabajadores debía ir unida a la de las mujeres. Flora acuñó la consigna ¡Proletarios del mundo, uníos!, Karl Marx reconoció su carácter de precursora de altos ideales y sus libros formaron parte de su biblioteca personal.
Por la valiosa información que este libro contiene, pasa a la lista de los imprescindibles.
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