Mis libros favoritos
Comentario de libro
Autor: Renato Cisneros
Año: 2,019
Género: Biografía
No hace ni
un año que quedé hondamente conmovida con La
Distancia que nos Separa y Dejarás la Tierra de Renato Cisneros, y hoy se
me vuelve a estrujar el corazón con
Algún día te mostraré el Desierto, un diario de paternidad en el que el
autor desnuda su intimidad psicológica para trasmitir lo difícil que le resulta
a algunos hombres asumir la paternidad con verdadero compromiso.
Renato nos
vuelve a sorprender con un nuevo libro, también sobre su entorno familiar, pero
si en su primer libro el protagonista fue su padre y en el segundo su
tatarabuelo, esta vez, el papel protagónico recae sobre él. Este libro es un
diario donde el autor habla de su experiencia como casado y como padre. Renato
nos abre su corazón para confesar lo que
otros hombres no pueden admitir, que la noticia de que van a ser padres los
desencaja. El autor nos cuenta que desde que recibió la noticia, empezó a
llevar un diario y a anotar todo lo que iba viviendo y sintiendo, habla del miedo
que sintió a no estar a la altura, que temió que su mundo donde cabía solo él, se
iba a alterar y a la larga, esa infelicidad iba a ser la causante del fin de su
matrimonio y tal como lo presagió, ocurrió, me he enterado que el Renato
Cisneros de la vida real se ha separado de su esposa y su hija.
Al margen de
la vivencia que el autor nos narra en este libro y que nos llega tan
profundamente, que hasta queremos tomar
partido en ella, está la maestría del escritor, la facilidad con que escribe un
tema tan complejo y a la vez tan íntimo, algunos opinan que puede ser un poco
suicida abrirse tanto, que en la
biografía, el autor se expone demasiado al ojo público y expone a los que participan de su historia, pero
de la realidad es que se tejen las historias.
La lectura
de este libro nos puede ayudar a entender a los hombres, todos damos por sentado
que son los más fuerte, que debe ser responsable apenas reciban la noticia de
su éxito en la perpetuación de la raza, que son los protectores de la familia, pero en la vida, algunas veces, no ocurre así,
muchos hombres se han asustado, han sacado el cuerpo y abandonado a sus parejas,
en muchos casos hasta en plena gestación y los que no se han ido físicamente, las
abandon moralmente, su cuerpo sigue ahí, pero su corazón y su alma ya volaron,
están, pero es como si no estuvieran,
que a la postre es lo mismo y a veces, hasta peor. (Aclaro que he dicho algunos
y no todos).
Renato se ha
separado de su esposa, ( Sé que debo enfocarme en el estilo literario, pero no
puedo desengancharme del tema), su pequeña acaba de cumplir dos años, él dice
que aunque ya no esté con la mujer, nunca se separará de su hija, seguramente
es lo mismo que muchos hombres han dicho, y a lo mejor su intensión es genuina,
pero lo que la vida no ha mostrado es que el destino los va llevando por otro
lado, a lo mejor con otra mujer, con nuevos hijos, quizás con nuevos abandonos
y así, como ya se ha visto tantas veces.
Me resulta
muy difícil salirme de la historia, porque creí que un hombre con su sensibilidad
iba a sacar el valor del mismo lugar de dónde saca las fuerzas para escribir, pensé
que iba a ser mejor que su padre al que tanto criticó, estaba segura que él iba
a poder, que iba a luchar contra el deseo de elegir el camino fácil del abandono,
pero me equivoqué y lo lamento como si la esposa que se queda sola, fuera yo.
Renato, no
tardaste mucho en mostrarle el desierto a tu hija, el desierto infinito de la
falta de un padre, el desierto
inconmensurable de vivir en la aridez donde nada crece.
Comentarios
Publicar un comentario